Ultimamente he comenzado a verte y la verdad me hace tan bien retomar ese espacio que nos dabamos, un momento único que sólo es de nosotros dos. Si no es por la mañana, es por la tarde o antes de acostarme, pero siempre me doy un tiempo para estar contigo y es que a tu lado me siento realmente inspirado, soñador, libre y vuelo desde mi mente a los lugares más extraños y utópicos que pueden existir, es que eso es lo que eres, mi musa, mi inspiración que anda conmigo a donde yo vaya y que me dará esa tranquilidad que tanto deseo.
Eso eres tú, el deseo más profundo que un ilusionador puede tener, tus palabras son mi fuerza, la voluntad de hacer cada día mejor las cosas y sobretodo la energía que llena mi alma de tanta paz, cada roce de mis manos que se deslizan por tu dedos hacen el sonido perfecto de la armonía y la calma, no eres alguien quien se puede confiar, eres la confianza en que me puedo posar, no eres alguien en quien pueda recorrer, eres el mismo auxilio viniendo hacia mí en los peores momentos, así eres tú, imprescindible en mi vida, en mis días, sin nada que pueda evitar que nos alejemos y es que no se trata de un amor, sino del verdadero valor de tu existencia en mí, la forma en que cada vez que agacho la mirada tras una caída, veo tu imagen reflejada en esa pequeña laguna de lágrimas, diciéndome que estás ahí, esperando por mí para hacer sonar las mejores melódías que un corazón herido puede tener, los alineados acordes que sólo el silencio y la soledad saben dar y lo mejor aún es que eso no cambiará pase el tiempo que pase, así es querida "loquita"
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