QUIEN SOY?

No todo es lo que parece, y es que aparentamos una cosa y en realidad somos otra.

La verdad en esto es que nadie se comporta de una sola manera siempre, en algun momento de nuestra vida tomamos actitudes que creemos ajenos, pero son tan propios.

No se trata de hipocrecia, ni de doble cara, simplemente no somos uniformes en la manera de pensar, si me refiero solamente a mí, tendría que decir que me siento con mucha fuerza para conseguir mis objetivos académicos y laborales, pero soy tan vulnerable cuando tengo que asumir una responsabilidad familiar, amical o de enamorado. Son contradicciones que existen y que me es dificil de amilanar.

No es que tenga doble personalidad (como me lo dijo una ex amiga), sino que todos tenemos algo que ocultar, no existe nadie sobre este mundo que sea 100% abierto y permita que cualquier persona sepa de él o ella. Lo cierto es que cuando esa parte más oculta de mí intenta ir a la superficie, la hunden inmediatamente con toneladas de silencio que viajaron desde los corazones más profundo para hacerme ver que ese espacio debe permanecer sepultado por siempre. Ese aspecto que por momentos sale a tomar aire y vuelve a caer en las profundidades del mar de dudas y desencantos.

Los fracasos son como castigos del profesor con su regla de metal sobre la mano, solo que la diferencia es que cada vez son más fuertes los golpes y me hace cambiar de bien a mal y de mal a bien, me transforma, me muta a alguien que no conosco, pese a que siempre lo tuve, pero esa persona me hace creer que va desapareciendo, pero realmente me vigila sigilosamente esperando salir cada vez que puede y acercandose cada vez más a mí.

Es así como todo esto me confunde de lo que soy, de la persona que en un tiempo sabía que quería, como lo quería y porque lo quería, pero ahora todo es distinto porque el horizonte lo veo nublado y el espejo que reflejaba mi valentía y coraje se quebró, por eso ahora no encuentro esa fortaleza en mí, esa energía que me impulsaba a dar pasos rápidos y agigantados. Todo este remolino de rarezas con vientos huracanados me hacen dudar de quien realmente soy, si en un ser que se juzga a si mismo para ser mejor, o en un ser que busca ser mejor para luego juzgarse así mismo de todo lo que está pasando.

Creo que es la duda más grande que tengo, esa inseguridad que empezó hace 13 años y que en algún momento se tendrá que desvanecer, pero no será aquí, algo me dice que tengo que regresar al mismo lugar en donde se engendró este nuevo ser que a veces me lastima y otras me cura. Sólo recorriendo el mismo camino por donde vine, sabré exactamente mi identidad humana.