Hoy el sol entró por mi ventana y me abrazó con sus cálidos rayos, el aire me daba la frescura y llenaron mis púlmones de tranquilidad, la sábana estaba tan suave como la propia piel, el día me hablaba al oído que había empezado de mil maravillas.
Ese es el amanecer que desde hoy tengo, un despertar de ilusiones, emociones, sueños; aunque sea muy efímera, pero está entre mis manos ese edén que crece en mí, ese espacio que me alejé muy rápido. Sin embargo, hoy lo recuperé después de tanto y tanto buscar, sin darme cuenta que estuvo siempre frente a mí, nunca le presté la atención debida, pero hoy ya no, hoy lo encontré para nunca más volverlo a perder.
Me he prometido que desde hoy me pondré de pie con la sonrisa que me caracteriza, le diré adiós a los malos hábitos, a las malas maneras o gestos que encadenan a otras, también al infortunio y a la desdeperación; esta vez es diferente, todo es distinto porque se como llegar a donde quiero, como hacerlo y por donde debo hacerlo.
Hoy me pregunté porque intentar alcanzar una estrella, cuando el brillo mas fuertes es el del alma, no importa la adversidad, el miedo, la tortura o la desesperanza; solo debo confiar en mí mismo, en mis capacidades, en mis valores, destrezas, cualidades, en fin; toda una serie de factores que me harán determinar mi destino, pero para eso debo empezar a ver la vida de la mejor manera, que siempre me vaya a la cama con la conciencia tranquila y luego con la sonrisa al despertar.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario